En los últimos años cualquier persona puede haber apreciado que en los aparcamientos de garajes de edificios de viviendas suelen aparecer “riñas” debido al poco espacio que tienen estas plazas; los vecinos más inteligentes no tardan en instalar topes para estacionamiento a fin de evitar peleas con el vecino de plaza de aparcamiento que en cualquier momento puede afirmar que su coche tiene un rayón provocado por un roce a la hora de aparcar (obviamente la culpa no será suya y el vecino hará todo lo posible por cobrarse ese daño, como sucede en cualquier comunidad de vecinos).
En resumen, los vecinos que tienen plazas de aparcamiento pegadas unas a otra son los primeros que deben instalar un tope de estacionamiento en los extremos de la plaza de forma uno pueda aparcar su coche con la tranquilidad de que tiene una medida de seguridad que le avisa de cuándo ha de parar para no dañar ni su coche ni el de sus vecinos.
Lo mismo ocurre con las plazas de aparcamiento rodeadas de muros y columnas, en las cuales también resulta muy útil tener un tope de este tipo para saber cuándo se ha de parar el vehículo aprovechando al máximo el hueco que ofrece la plaza pero sin poner en riesgo la integridad del coche.
El precio de un tope para estacionamiento es muy asequible para cualquier persona por lo que si uno dispone de una plaza privada de aparcamiento debería plantearse cuanto antes la compra de este producto.